El estudio realizado por Ana María Magaz, col. 6108, y Marta García Tascón, col. 57645, señala que durante el confinamiento se ha duplicado el número de personas que no han practicado actividad físico-deportiva y que han disminuido las horas de entrenamiento
Las investigadoras Ana Magaz y Marta Tascón de las Universidades de Valladolid y Pablo de Olavide, respectivamente, junto con profesores de la Universidad de León, están realizando una investigación sobre la influencia del confinamiento en la actividad físico deportiva (AFD). Comparan hábitos de la sociedad antes y durante el confinamiento a raíz de la expansión de la COVID-19 y analizan además el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la práctica deportiva.
“El objetivo es recabar información sobre los comportamientos de la población respecto a la AFD y el uso de la TIC durante este periodo y proporcionar los resultados al sector deportivo (instituciones públicas, empresas deportivas, clubes, federaciones, gestores deportivos, entrenadores...) para que puedan reorganizar su actividad, adaptar el servicio a la nueva realidad y dar una mejor respuesta a la demanda de la sociedad”, explican Ana Mª Magaz González (UVA) y Marta García Tascón (UPO).
El equipo de investigación de estas tres universidades ha recogido datos sobre hábitos de AFD antes y durante el estado de alarma a través de una encuesta realizada entre el 10 de abril y el 10 de mayo de 2020 (período en que no se podía salir de casa para practicar deporte). El cuestionario se ha estructurado en cuatro apartados: sociodemográfico, práctica de AFD, uso de TIC y descanso y estado de ánimo.
Los resultados preliminares indican que se ha duplicado el porcentaje de personas que no practican AFD y que han disminuido notablemente las horas de entrenamiento de aquellos que dedican más tiempo al deporte en condiciones normales.
El estudio explica que las actividades intensas han dado paso a las actividades suaves durante este periodo (Figura 1) y la mayoría de ellas han sido realizadas de manera libre por los encuestados, a pesar de observarse también un importante aumento del formato de clases virtuales.
Figura 1. Intensidad de actividad física
Otro dato destacable de estos primeros resultados es que aproximadamente entre el 70 y el 100% de los encuestados no usaban ningún soporte tecnológico para realizar actividad física antes del confinamiento (tan solo un 20,1% y 12,6% manifestaron el uso de relojes inteligentes (weareables) y aplicaciones deportivas, respectivamente).
Durante el periodo analizado han sido las plataformas virtuales y las redes sociales, las que han triplicado y duplicado, respectivamente, su porcentaje de uso. Aunque muchas organizaciones deportivas, tanto públicas como privadas, ofrecieron sus propios servicios durante la pandemia en soporte virtual, los encuestados reflejan que frecuentaron más las redes sociales y, sobre todo, plataformas virtuales como YouTube para realizar AFD.
Asimismo, según arroja el estudio, los practicantes visualizaron la AFD durante el confinamiento a través de retransmisiones grabadas.
“Esta situación puede dar pistas a los gestores para diseñar nuevas fórmulas de servicios, y no solo ofrecer clases en horarios presenciales y establecidos, sino otros formatos para que los usuarios tengan la posibilidad de disfrutar de la oferta deportiva grabada en los horarios que ellos prefieran”, señalan las investigadoras, quienes destacan también que el dispositivo más empleado para el consumo de actividad física virtual ha sido el Smartphone, “algo que puede ser tenido en cuenta por organizaciones y entidades, para adaptar la oferta virtual a este dispositivo, además de a los ordenadores y tabletas”.
El impulso del uso de la TIC aplicada a la AFD provocado por el estado de confinamiento, como única alternativa para hacer ejercicio, “lejos de ser una amenaza para el sector de la AFD (incluido el del fitness), es una oportunidad para actualizar su oferta y dar el salto a entornos web y virtuales. Muchas organizaciones lo han conseguido en tiempo récord, con mayor o menor acierto".
Sin embargo, no todas han explorado esas opciones, resaltan las investigadoras, quienes consideran que tras esta situación el sector de la AFD tendrá que repensar su negocio y reconfigurar sus estrategias, ofertando servicios en diversos formatos y aprovechando la influencia de las redes sociales. “Así, por ejemplo, la presencia en redes sociales de la organización deportiva deberá ser revisada a fin de sacar un mayor partido de éstas, pero sin olvidar que uno de los aspectos clave del entorno fitness y de la AFD en general, es el contacto entre personas y la emoción compartida”, añaden.
Por último, el estudio aborda también cuestiones relativas al descanso y al estado de ánimo, señalando que la media de horas de descanso ha sido de siete horas y que la calidad del sueño ha empeorado, siendo mala y muy mala (Figura 2).
La investigación contempla recabar datos en las mismas fechas en el año 2021 y realizar una comparativa con los datos arrojados en esta primera fase.
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